Antonio Palacios Rojo
Descubro imágenes por satélite que parecen obras abstractas. Círculos de tierra o árboles, rectángulos repetidos de los plásticos de invernaderos o de placas solares, trazos gruesos de asfalto de pistas de aterrizaje, en todo esto el hombre ha puesto las manos encima. También me admiro de las irregularidades repetidas de curvas fractales de las marismas, óvalos de lagos, garabatos de tierra, de lo que no ha sido tocado. Quiero caminar por dentro de esas imágenes y vivir dentro de ellas por un momento.
Al atravesar el Parque Natural de Las Peñuelas, donde, en 2017, un incendio destruyó más de 8.500 hectáreas. El fuego afectó principalmente áreas forestales cercanas al parque de Doñana. Recorriendo el sendero, imaginé la noche del 24 de junio, cuando el viento de casi 100 kilómetros a la hora, avivó unas llamas haciendo que la lucha por apagarlas durara días.
En el camino, aún quedan carteles que advierten del paso de transporte de aguas geológicas contaminadas, provenientes del gasoducto marino Poseidón, propiedad de Repsol.